Buenos días a todos. Hoy es lunes, día siguiente a las elecciones municipales y autonómicas, por tanto, día de resaca electoral para algunos, y día de lágrimas para otros. Desde luego la devacle del Psoe es histórica, pero en realidad supongo que ni yo, ni vosotros, os habeis extrañado demasiado. El caso es que hoy tengo muchas ganas de adherirme a ese movimiento ciudadano que se está llamando "spanish revolution", aunque a mi me parece mejor nombrarlo como " el despertar". Quiero deciros algunas cosas y os advierto que pueden pareceros radicales, pero tengo que expresarme, como siempre con toda la sinceridad, pues en realidad tengo el pesar de no poder estar allí en esa Puerta del Sol. Así que por este medio pongo mi granito de arena e imagino estar en una de esas maravillosas asambleas donde todo el mundo, según tengo entendido, puede expresarse libremente.
Creo que deberíamos empezar por encauzar todo este movimiento en un objetivo. No me refiero a tener solo un objetivo sino a la necesidad de centrarse en uno para poder conseguir los demás, y para ello, es imprescindible reclamar con voz segura y directa la disolución de las cortes. Esto solo es posible si lo hace el Rey. Constitucionalmente es el único apoderado para poder disolverlas, por tanto, es al Rey al que hay que reclamarle el cambio que se necesita para poder reformar nuestra Constitución. Ojo, no estoy abogando por una República, sinceramente tengo que deciros que me es indiferente un sistema republicano o monárquico, hoy por hoy, no veo mucha diferencia, pero si esto se tiene que convertir en una República, desde luego que adelante, y si queremos Monarquía, también, pero debemos clamar por esa disolución. Solo existe una forma para poder cambiar de raíz este sistema corrupto, y discriminatorio. Han pasado cuarenta años y es hora de revisar muchos de los artículos que impiden el desarrollo democrático en igualdad de condiciones para muchos españoles. El Rey tiene que aceptar el cambio en la sociedad. Creo sinceramente que este sería el primer paso y tras este, comenzaríamos un proceso donde se normalizara la ley electoral, la distribución de nuestro estado, y se podría discutir la necesidad de mantener al Senado. El poder judicial necesita una reforma urgente, y esta reforma requiere el cambio constitucional. El poder autonómico requiere, yo diría que con mucha urgencia, un cambio radical, es imposible mantener el funcionamiento práctico de las autonomías con esta desordenada gobernabilidad que impide y retrasa el crecimiento en muchas de ellas. En esa nueva Constitución se debe de dejar claro la posibilidad de separación de las regiones, o autonomías, de nuestro estado. Si democráticamente las personas que viven en ellas deciden separarse, también, adelante, sino que se queden donde están y dejen de atemorizar y de chantajear a los demás.
No debo de extenderme, pero lo que sí querría es dejar abierta la posibilidad de que esto pueda hacerse y podamos discutirlo las veces que haga falta sin espantárnos y sin etiquetar a nadie. Hemos llegado a un punto en el que el libre pensamiento solo podemos expresarlo ante los nuestros pues todo lo han politizado y así es imposible vivir en armonía y en paz.