Ver para creer.
Eso decía mi madre cuando se escandalizaba de que alguna vecina recientemente enviudada se daba a las malas artes de irse a la peluquería y largarse después a los bailes para la tercera edad. Yo, me escandalizaba siendo niña, supongo que por pura empatía... pero ahora, que se supone que soy mayor, me escandalizo con la misma facilidad que ella, pero por otro tipo de causas.
El caso es que ayer, en uno de esos programas televisivos que me comprometí a observar mientras tuviera fuerzas, me enteré de que el Gobierno de España piensa en una " amnistía temporal" para aquellos empresarios o pseudoempresarios que tienen a su servicio a trabajadores sin contrato de ningún tipo. Para más señas, los componentes que hacen que la exitosa "economía sumergida" exista. Esto significa que no piensan sancionar a todos aquellos que hayan defraudado al estado, a la seguridad social y a sus propios empleados para su lucro personal. Cabe decir, que nadie hace algo así por idealismo o convencimiento propio de querer saltarse unas normas, ¿o sí?, se me ocurre ¿Adolfo Dominguez?, puede, o quízás ese grupo tan increíblemente bien organizado ejemplo del éxito de alguien que se ha hecho así mismo, como el capitaneado por Amancio Ortega, quizá. Exceptuando estos dos ejemplos, supongo que el resto de empresarios han llegado a cometer este delito pura y simplemente por tener más beneficio. ¡Como debe de estar nuestro Gobierno para llegar a perdonar a aquellos que se encargan de que nuestros impuestos sean una y otra vez aumentados!. Supongo que desesperado. Pero a mí eso no me vale para justificar semejante dislate. No deberíamos de consentir que se pueda "perdonar" a las personas que durante años se han lucrado a costa de lo ajeno, aprovechándose de la desesperación de miles de personas que sin poder tener un trabajo digno han tenido que agarrarse a lo que les han ofrecido.
No voy a entrar en las consecuencias que esta "amnistía" tendrá a nivel eficacia, más que nada porque dudo que tenga ningún tipo de repercusión beneficiosa para las arcas estatales, pero sí voy a entrar en la cuestión moral que significa que un Gobierno y sobre todo este, decida que unos son más delincuentes que otros dependiendo de cómo le vaya el tema. Un ejemplo, si yo no confeccionara correctamente mi declaración de IRPF estaría sujeta a una inspección por parte de la Agencia Tributaria que podría durar cinco años. A posteriori y una vez comprobado mi error la AEAT me impondría una sanción que haría que mis dientes se puesieran a castañetear, eso sí, haciéndome el favor de poder pagar dicha sanción en cómodos plazos durante seis meses y claro está, con intereses. Yo iría a un gabinete experto en temas fiscales y el señor encorbatado me diría que contra la AEAT no hay nada que hacer.
Esto solo es un pequeño ejemplo de las diferencias que el Gobierno está provocando y que hará que muchos de nosotros cada vez entendamos menos todo este entramado de leyes contradictorias y abusivas que pasarán una abultada factura al Psoe y justificará cada vez mas a los que piensan que sólo un régimen autoritario pude salvar a este país.
Yo de momento sigo sin perder la esperanza pero me tengo que esforzar para no caer en la demagogía que a veces hasta relaja la mente.