miércoles, 16 de noviembre de 2011

HOMENAJE

Buenos días. Sé que hace mucho tiempo que no escribo nada aquí. He estado realmente ocupada, pero aún así, no dejo de tener un pequeño sentimiento de culpabilidad porque si este blog lleva el título que lleva, lógico sería estar machacando vuestras mentes con un alegato a la "política" dado los tiempos que vivimos y a un paso de celebrarse elecciones nacionales.

Como os digo, es hora de reactivarme.

El título de "homenaje" lo elijo porque después de estar escuchando la radio, de ver la tv, y de leer, en la medida de lo posible los periódicos locales, he llegado a una conclusión. Parece que todos los canales de opinión nos dicen que hemos vivido todos por encima de nuestras posibilidades, que todos somos un poco culpables de esta crisis, y que hay que trabajar más.

Pues bien, como no podía ser de otra manera, esta conclusión me parece un insulto al intelecto, una apropiación indebida de la razón y encima, un abuso colectivo.

No voy a hablar aquí en primera persona porque mi vida no importa, ni la tuya, ni la del otro, pero sí importa lo que juntos formamos, un colectivo de trabajadores. Trabajadores que no hemos hecho otra cosa más que trabajar a las órdenes del empresario que nos ha empleado. Trabajadores que hemos estado obligados a estar horas y horas en el trabajo, que hemos tenido que hacer milagros con nuestros sueldos para llegar a fin de mes, que nos hemos comprado un hogar porque en algún sitio hay que anidar... trabajadores que nos hemos tomado una cocacola en la cafetería de abajo y conseguimos que un señor autónomo haya podido sobrevivir. Trabajadores que hemos declarado nuestros impuestos sin trampa ni cartón, que los hemos pagado calladitos y sin protestar, que hemos tenido paciencia en el tiempo de espera que ir al médico de cabecera nos impone, trabajadores que no hemos cogido una baja salvo que la fiebre nos haya afectado hasta límites que ni siquiera sabíamos que existían. Trabajadores que hemos dicho sí a los derechos para los demás. Somos los trabajadores que hemos hecho, en alguna escapada de fin de semana, que en Asturias, por ejemplo, pueda haber una cantidad ingente de negocios dedicados al "turismo interior". Trabajadores que hemos situado al propietario de "Zara" donde se encuentra hoy día. Trabajadores que ayudamos a que los bancos se cubran de beneficios gracias a los pagos de nuestros créditos hipotecarios y personales. Somos los que hemos consumido, los que hemos pagado la sanidad, la educación, los que hemos generado una bolsa para el desempleo y otra para la jubilación, los que hacemos que eso que llaman "mercados" tengan con qué mercadear...

Todo esto y mucho más somos los trabajadores, y nadie puede arrebatarnos el orgullo de haber levantado a un país como este. Nadie debe de menospreciar nuestra labor sea cual sea nuestro oficio.

No es un mensaje sindical, no es un mensaje tan siquiera político, es un mensaje para que nuestra dignidad no se vea vilipendiada, para que nuestra capacidad no se vea mermada por los complejos que politicamente nos quieren provocar y que  persiguen una finalidad, que los trabajadores no seamos personas y nos convirtamos en vasallos avasallados o exclavos exclavizados.

Para todos un abrazo lleno de pasión por la vida, de esperanza y de valentía ante el futuro que a partir del día 20N tendrá una lectura que yo me atrevería a catalogar de "guerra encubierta contra los trabajadores".


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